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Litigio contra Ávila por “fraude” en venta de lotes

Litigio contra Ávila por “fraude” en venta de lotes
  • Publishedfebrero 19, 2015

● Enfrenta el alcalde denuncia de Romero Lara en el MP

Gersaín Romero Lara muestra los lotes que presuntamente le vendió Ramiro Ávila Morales en 2011 sin ser de su propiedad y que están en litigio, según el ejido de Coyuca. FOTO: BERNANDINO HERNÁNDEZ.
Gersaín Romero Lara muestra los lotes que presuntamente le vendió Ramiro Ávila Morales en 2011 sin ser de su propiedad y que están en litigio, según el ejido de Coyuca. FOTO: BERNANDINO HERNÁNDEZ.

OSSIEL PACHECO
Gersaín Romero Lara, empresario ferretero de Coyuca de Benítez, interpuso una denuncia ante el Ministerio Público adscrito en este municipio en contra de Ramiro Ávila Morales, actual presidente municipal, a quien acusa de haberle cometido “fraude” al venderle unos terrenos en la colonia San Martín, ejido de Coyuca de Benítez que no son de sus propiedad sino de Juana Rodríguez Mejía, y que de acuerdo al Comisariado Ejidal dichos solares “se encuentran en problemas de tipo legal”, y deslindan que será el Tribunal Agrario la instancia que debe dar seguimiento al conflicto.
Por estos hechos, ocurridos antes de que Ávila Morales fuera postulado a presidente municipal en 2012, fue requerido por el Ministerio Público el pasado miércoles 14 de enero de 2015 para rendir su declaración derivado de la averiguación previa número Tab/Coy/01/018/2014 que abrió la Agencia del MP del fuero común adscrita al sector Coyuca de Benítez el pasado 11 de noviembre por la denuncia que presentó Romero Lara, quien lo acusa de fraude y lo que resulte, por la venta de tres lotes en la colonia San Martín que no son de su propiedad.
En este mismo tenor, están otros “defraudados” que adquirieron a Ávila unos 28 lotes, pero no interpusieron denuncia alguna ante el MP por temor a represalias. En la querella, Gersaín Romero narra que a mediados de agosto de 2011, en el transcurso de la mañana fue visitado en su negocio la ferretería Quince Letras por Ramiro Ávila, con domicilio también en la Cabecera municipal de Coyuca de Benítez, y le ofreció en venta unos terrenos ubicados en la colonia San Martín; “me quedan pocos lotes por vender, y me daría gusto que te quedes con uno de ellos, pues por su buena ubicación que tienen con el tiempo de va a duplicar su valor al encontrarse a orilla de carretera y a escasos metros del hospital y centros comerciales que se están edificando, los puse en venta porque tengo unos apuros económicos”, recuerda que argumentó el actual alcalde.
En ese momento, descartó el ofrecimiento de Ávila Morales, quien regresó nuevamente a la ferretería los primeros días de septiembre y en presencia de su hermano Homero Romero y empleados reiteró que su oferta para la venta de los terrenos estaba en pie, y que se los vendería a un precio menor al que realmente tenían; Romero reiteró que no tenía interés en comprar un terreno dado que no contaba con el recurso suficiente, pues el negocio, “apenas alcanzaba para el pago de los empleados”.
En contrapartida, según da cuenta Romero, Ávila expresó que en el ánimo de lograr la venta del terreno, se lo dejaría en 45 mil pesos, aunque aclaró que el predio tenía un valor de 50 mil pesos, incluso le mostró el croquis para ubicar con exactitud el lote, y dio cuenta que los lotes de la parte norte del terreno, aunque no habían sido vendidos; indicó que por el lote 6, “el mejor ubicado y más grande” le pidió la cantidad de cien mil pesos, pues rebasaba la superficie de dos lotes juntos.
“Pero por ser a ti por la amistad que tenemos desde hace muchos años atrás te los dejo hasta en la cantidad de $80,000, contigo no pierdo nada como te dije somos amigos y me daría mucho gusto que te quedes con este terreno”, le esgrimió Ávila a Romero, quien a su vez respondió que la oferta era buena, pero que de momento no reunía la cantidad antes citada, pero que sí esperaba al 21 de ese mismo mes podía comprarlo, aunque dejara de adquirir parte de la mercancía de la ferretería.
A ello, Ávila respondió que sí podría esperarlo, siempre y cuando le asegurara la realización de la compra, en tanto, se llegaba la fecha, continuaría con los trámites que estaba realizando ante la Comisaría Ejidal, y habría de aprovechar para formalizar el contrato de compra venta, y le entregaría la constancia de posesión a su nombre; llegó el 21 de septiembre y a las 8 de la mañana se comunicó vía telefónica para indicarle que tenía el dinero acordado, pero primero tendría que ver el terreno “que me estaba ofreciendo, situación que se dio, pues nos constituimos en dicho lugar donde me mostró el terreno que dijo era de su propiedad, y se apreciaba a simple vista que estaba fraccionado en lotes”.
“En ese momento me manifestó si te interesa otro lote aparte del que estamos haciendo trato te lo puedo dejar en la misma cantidad de $40,000, pero si te interesa el lote 2 que es el mejor ubicado y aún no he vendido te lo ofrezco en $45,000 ya que por ese estoy pidiendo la cantidad de $50,000”, según establece Gersaín en su denuncia; a esto, respondió que comentaría sobre el ofrecimiento del lote con su hermano, Homero Romero a su llegada a la ferretería, donde tenía pensando hacerle la entrega del dinero por la compra del terreno.
Una vez en la ferretería a las 11 de la mañana, Gersaín le dijo a Ávila que procederían a la elaboración del contrato de compraventa por escrito y le manifestó que no era necesario porque ya tenía la constancia de posesión del lote 6 a nombre del agraviado; “hice los trámites ante la Comisaría Ejidal, y para esto tuve que realizar la cesión de derechos por escrito y duplicado, una para comisaría ejidal, y otra para ti, si recuerdas te dije que personalmente iba a realizar los trámites ante la Comisaria Ejidal, a mí no me cuesta nada porque el comisariado es mi amigo”.
Da cuenta que en ese momento recibió una constancia de posesión fechada 19 de septiembre de 2011 con firma y sello del comisariado ejidal, y además por la amistad que los unía de años atrás procedió a entregarle la cantidad de $80,000.00 en efectivo en presencia de su hermano Homero, y que todavía le preguntó si no se había animado por el otro terreno resaltando el haber hecha una buena inversión toda vez que en poco tiempo esos predios duplicarían su valor.
Ofreció la venta de un tercer lote “el mejor ubicado” por la cantidad de 42 mil 500 pesos por estar cercano a la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo casi enfrente de la aceitera, pero Romero respondió que de momento era imposible reunir esa cantidad, pero mediante el préstamo de su hermano Homero podría adquirirlo el 12 de noviembre de ese mismo año; a ello, Ávila respondió que no había problema y que esperaría la fecha para concretar el acuerdo.
Llegado el día, Ávila se constituyó en su negocio de ferretería a cerrar el trato por el tercer lote, incluso ya llevaba la cesión de derechos elaborada, argumentando que no había de firmar un recibo por la cantidad que recibiría, pero Romero insistió, y el documento entre ambas partes se signó, mismos que están aportados como pruebas en el litigio en contra del presidente municipal.
Debido a que no contaban con recurso económico suficiente para edificar o circular el terreno en el momento de su adquisición espero un tiempo, y fue el 18 de mayo de 2014 cuando al pretender circular el predio con alambres de púas a las 11 horas se apersonó en los lotes, pero llegó a dicho lugar Juana Rodríguez Mejía, acompañado de vecinos del lugar, quienes al vernos pensó que se trataba se “paracaidistas”, y reclamó que esos terrenos eran de su propiedad, “los heredé de mis padres, y tengo documentos que así lo demuestran”.
“No es el primero que me dice que les vendió Ramiro Ávila, así que háganme el favor de retirarse voy a tener que demandarlos para que me dejen de molestar, aunque Ramiro Ávila sea el presidente municipal”, agregó enfurecida Juana Rodríguez, quien expuso el problema ante la autoridad ejidal por pertenecer el terreno al ejido de Coyuca, y giró los oficios ECB/21/05/2014, citando a Romero y Ávila a comparecer, sin que llegara el alcalde a dar cumplimiento al citatorio. El Ejido determinó que las constancias de posesión que tenía Romero no fueron autorizadas por la asamblea general de ejidatarios.
A partir de esa fecha, -prosigue diciendo Romero en la denuncia- buscó a Ávila en su domicilio particular para obtener una explicación por la venta de los terrenos que no eran de su propiedad sin que sus familiares dieran razón de su presencia, y ante la negativa acudió al Palacio Municipal por tratarse del presidente municipal, pero igual “ha evitado entrevistarse”, incluso ordenó no permitirle el paso al inmueble oficial.
El comerciante ferretero da cuenta que el pasado 9 de septiembre solicitó a la asamblea general de ejidatarios el reconocimiento de los derechos posesionarios, y el otorgamiento de las constancias de posesión de los lotes 2 y 6 por adquirirlos en contrato de compra venta, petición que le fue negada por la autoridad ejidal, mediante el oficio ECB/2014, donde argumenta que no era posible dar respuesta positiva a esa solicitud debido a que dichos solares se encontraban en problemas de tipo legal.
“Todo lo expuesto pone en manifiesto la conducta desplegada por el inculpado, en prejuicio del suscrito pasivo del delito, pues con argucias y artimañas tuvo un lucro indebido por la cantidad de 142 mil 500 pesos, que produjo en detrimento de mi patrimonio, ya que con argucias determinó se realizara la disposición patrimonial a su beneficio, pues desde el inicio de la celebración del contrato tuvo pleno conocimiento que nunca me iba a ser entregada la cosa objeto de compra venta al no ser de su propiedad, es de toda obviedad que su conducta encuadra al delito de fraude”, agrega el agraviado.
Sostiene que ese delito está previsto en el artículo 171 del código sustantivo penal en vigor en el estado, y solicita al agente determinador dar formal querella en contra de Ávila, y radique la averiguación previa.

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