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La paz viaja en Acabús

  • Publishedjulio 23, 2016

Zapata 21

  • PAG. 8 (1)

 

Octavio Augusto Navarrete Gorjón

 

Para Isabel H. Luz Ramos, haciendo votos porque viva mil años

 

I

El presidente Evodio Velázquez atravesó su Rubikón. Después de ocho meses de presiones (a veces abiertas, otras embozadas) inaugura con el gobernador Astudillo el Acabús y con ello se afirma como un sólido líder municipal. Es tiempo de hacer un balance y ubicar las debilidades que tuvo y las fortalezas que resultaron de sus primeros meses al frente del ayuntamiento porteño.

La escena política ha cambiado radicalmente en el último año. El joven presidente tuvo que sortear como timonel del puerto mares de aguas procelosas y presiones que rozaron el grado de amenazas explícitas. Varios funcionarios de distinto nivel se quedaron en el camino, pero el barco ahora se encamina sin duda alguna por aguas más tranquilas y transparentes.

 

II

 

Las presiones externas fueron acompañadas por una severa crítica del presidente anterior, Luis Walton Aburto, que hasta hace un mes tuvo severas acometidas contra el munícipe. Por fortuna Luis Walton comprendió que si como presidente no le valió quejarse de la desastrosa situación en que recibió el ayuntamiento, como expresidente tampoco le valdría. Al parecer también se dio cuenta de que poderes ajenos y fuertes usaban sus dichos para presionar de mala fe al alcalde acapuqueño.  (Dejemos para otra entrega la desconstrucción de la ciudadanía que se quejaba de los hoyos abiertos en toda la ciudad y no veía la tubería de agua y drenaje que se estaba sustituyendo, también en todas las calles.  Aprovechemos también para un paréntesis después del punto y seguido).

El presidente tenía poco material para resistir la embestida. Fuera de la actitud rijosa del Movimiento Ciudadano, los ataques no provenían de pequeñas tribus o de grupos locales; contra el gobierno acapulqueño se lanzaron fuertes ataques desde la sede misma de los poderes nacionales.  Evodio Velázquez se defendía con un partido en vías de extinción (el PRD), con una victoria apenas alcanzada en las urnas y una presión adicional interna para que la administración acapulqueña se convirtiera en cámara de compensación de un partido que había perdido casi todo en las pasadas elecciones federales y estatales.

Son los escenarios catastróficos donde el analista percibe de qué está hecho un político. Gobernar Acapulco era fácil cuando el presidente municipal pertenecía a la mayoría electoral del estado, cuando su partido estaba en la curva de ascenso de sus conquistas, su prestigio y sus clientelas electorales. Evodio Velázquez comenzó su mandato en pleno declive de su partido, se arropó con la frágiles cobijas que podían acercarle la dirigencia nacional  y la tribu que finalmente es dueña de la franquicia: Nueva Izquierda, o los Chuchos, para que mejor se entienda.

 

III

Es en ese contexto que aparece el arzobispo Carlos Garfias Merlos con un discurso crítico pero ajeno al radicalismo y con un énfasis bastante claro en la doctrina social del catolicismo. Sus declaraciones fueron contundentes y tuvo desde los primeros días una política de comprensión hacia el joven presidente. Su postura mereció algunos reproches de políticos que no entienden que los espacios que los gobernantes no ocupan los deben ocupar los líderes sociales (y los obispos y pastores lo son, aunque no lo quieran).

Contrasta esa actitud con la que tuvo el obispo Rafael Bello Ruìz, que nunca alzó la voz para paliar o detener la tragedia que la sociedad padecía durante el periodo conocido como la ‘guerra sucia’. La iglesia tuvo un desaparecido temporal que sufrió tortura, Toribio Benítez, sacristán de la catedral acapulqueña, cuyo caso aparece en la fascinante novela Guerra en el paraíso, de Carlos Montemayor.

La voz del arzobispo Garfias Merlos penetró hondo en algunos círculos políticos guerrerenses, que querían todo el pastel para ellos, incluyendo el gobierno acapulqueño. Nueve meses después, en la inauguración y evaluación de los primeros viajes del Acabús, el gobernador Astudillo afirmó su buena voluntad con el presidente acapulqueño y en relación a la obra física y a la infraestructura del transporte dijo: ‘la obra no es mía, pero lo requieren los acapulqueños’.  Con esas frases, que nos recuerdan los buenos tiempos de la clase política mexicana, Astudillo envió a Guerrero y al gobierno federal una señal de paz y de congruencia; muchos son los problemas que tienen los guerrerenses y acapulqueños para agregarles las disputas de sus gobernantes. Deberían retomar ese ejemplo de continuidad los gobernantes que prefieren tener elefantes blancos antes que aceptar la obra pública que no se hizo en sus gobiernos.

IV

Antes de que Evodio Velázquez Aguirre cumpliera un año el entorno cambió favorablemente. Las autoridades estatales y municipales están trabajando en armonía, el novel presidente al que nadie auguraba que cumpliera un año en el poder se fortalece; su partido, el PRD, despierta de su letargo y regresa para apoyar a los maestros en lucha. La renovación de ese protagonismo de una parte de la izquierda colocará al presidente municipal como un interlocutor obligado de los poderes federal y estatal para la solución de los problemas.

Quienes desde el poder central presionaban al presidente hoy tienen demasiados problemas; hay muchos muertos por los que deben dar la cara y la sociedad les exige que digan quién dio la orden de disparar a los ciudadanos de Nochixtlán.

En las fotos recientes del gobernador y el presidente de Acapulco se ve a un Evodio Velázquez relajado.  Lejos quedaron aquellas imágenes de verdadera angustia cuando el presidente era presionado por las tardes y en la mañana tenía que recoger a sus funcionarios muertos a la mala.  ‘Los Dioses premian a los que tienen paciencia’, reza un dicho griego; el presidente acapulqueño la tuvo y sus viajes en Acabús significan que atravesó su Rubikón, soportó las presiones y se afirma como un político para el futuro. Hay timonel.

 

CORREO CHUAN

 

El movimiento magisterial también pasó la prueba; a pesar del aparatoso ruido mediático que luchaba por confinarlo a los estados del sur, sus contingentes marcharon en grandes movilizaciones en Durango, Chihuahua y Nuevo León. La correlación de fuerzas cambió después de la movilización del Movimiento de Regeneración Nacional el 26 de junio y de la marcha estatal del PRD al día siguiente. Bien haría el gobierno federal en medir sus respuestas; el país no está para más represión, México es pradera seca donde se han acumulado demasiados agravios; todos debemos cuidar que la chispa no estalle.

Contra lo que todo el mundo esperaba, Andrés Manuel López Obrador tuvo un discurso cuidadoso y austero en la marcha del 26, llamó a Peña Nieto a cuidar la gobernanza y a entregar en paz y sin sobresaltos la banda presidencial en 2018. El líder de MORENA reivindicó el carácter pacífico y plural de su movimiento. El movimiento magisterial debería también tomar nota de ese apoyo; el resurgimiento de las movilizaciones a nivel nacional obliga a las fracciones más beligerantes del magisterio a atenuar su radicalismo verbal y a modificar sus métodos de lucha. Ya no están solos, el país entero está con ellos; deben tener una conducta consecuente con esta nueva realidad.

El correo chuan dice que los mezquinos se quedaron con las ganas, Evodio Velázquez Aguirre completará su periodo como presidente.  Pasaron ya sus noches de angustia y la presión bajuna y de mala fe.  Cuando se escriba la historia de estos días acapulqueños se registrará la vigorosa actuación del arzobispo Carlos Garfias Merlos, la prudencia del gobernador Astudillo que no quiso comprar pleitos ajenos, la mezquindad de los que hoy enfrentan a una sociedad mexicana que ya está harta de ellos y la templanza de un joven presidente que soportó con  muy pocos medios una embestida injusta, desmesurada y desigual.  También dice el chuan que el país está cambiando a pasos agigantados, que ya no soporta humillaciones o reformas que sólo traen beneficios para unos cuantos y que el presidente Peña Nieto debe comenzar a ordenar la casa, para entregar con decoro el mando constitucional dentro de 23 meses. Los estamos contando. Zapata 21 es una dirección de bellos recuerdos.

 

E-mail: correochuan@hotmail.com

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