La caída del imperio Aguirre

Efraín Serrano Solís
Lo que comenzó en el año de 1981, cuando el clan Aguirre comenzó a amasar el poder comienza desmoronarse el fatídico 26 de septiembre de 2014, bien reza el dicho: “nunca segundas partes son buenas”. En el gobierno del extinto Alejandro Cervantes Delgado, comienza a surgir a la vida política de la entidad el clan Aguirre, Mateo Aguirre, padre, en el primer trienio de gobierno de Cervantes Delgado, era Diputado Local, mientras su hijo Ángel Aguirre Rivero, joven bisoño era el secretario privado del entonces señor Gobernador.
En ese mismo año paso a ser el secretario particular, y en el último trienio del periodo de Cervantes, llegó a Secretario General de Gobierno, colocándose como el funcionario de este nivel más joven de todo el país, escasos veintiocho años de edad, y ahí comenzó una carrera meteórica que con la salida de Figueroa Alcocer como gobernador por los sucesos de la masacre del “vado de Aguas Blancas”, lo ungen como Gobernador Interino, siendo el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI.
Tras culminar el interinato, el PRI lo hace Senador de la República, ya con un amplio poder de cacicazgo en la región de la costa chica del estado, lo que lo hace competir con los Figueroa, con quien rompe y se disputan la sucesión al interior del PRI, Aguirre impulsando a Manuel Añorve Baños a la candidatura a gobernador en 1999, y los Figueroa a René Juárez Cisneros, quien finalmente obtuvo la postulación en una elección interna crispada.
En 2010 Aguirre al no salir electo candidato al gobierno del estado por el PRI, provoca el gran sisma al interior de ese partido, provoca una gran escisión y la división hace que el partido que lo encumbró pierda por segunda vez la elección para Gobernador; lo acoge la izquierda, que deja atrás a su candidato natural Armando Ríos Piter, y en menos de cuatro años el llamado “Ángel de Guerrero”, acaba con dos partidos políticos por la marcada negligencia de no desaforar al exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, por ser el autor intelectual y material del entonces Síndico Procurador de la comuna de Iguala, Justino Carbajal Salgado.
Ese complicidad trajo como consecuencia lo que todos conocemos la desaparición de 43 estudiante de la Normal de Ayotzinapa y el asesinato de otros cuatros más, que no solo cimbra y termina por deteriorar más al estado de Guerrero, si no que pone en el ojo del huracán internacional al gobierno de Enrique Peña Nieto, y se le vienen abajo las tan sonadas reformas constitucionales en el ámbito internacional. Aguirre deja el cargo a partir de estos hechos.
Con la detención el día 10 de febrero de parte del clan Aguirre, por un fraude millonario al estado federado, solo viene a corroborar lo que era un secreto a voces, del actuar del hermano Carlos Mateo Aguirre Rivero, quién era súper funcionario de su gobierno, mismo que a la llegada de Peña Nieto a la presidencia de la República, fue colocado como Delegado Federal de SCT, en el estado de Morelos; desde luego que los comienzos de las pesquisas fue dado de baja de la nómina, para dar paso a la investigación que pone tras las rejas en el penal de alta seguridad del altiplano a una familia completa que operaban las obras carreteras en el estado de Guerrero, y al súper asesor, sobrino de Ángel Aguirre, Ernesto Aguirre, quien también era el operador de campaña política, del hijo de Aguirre, Ángel Aguirre Herrera, a la presidencia de Acapulco, por el PRD. Y desde luego que también se encuentra otros exfuncionarios del gobierno aguirrista, este puede ser Jorge Salgado Leyva, exsecretario de Finanzas, quién es padre del diputado federal, Jorge Salgado Parra, y aspirante a la candidatura por el PRD, a la presidencia municipal de Chilpancingo.
Hoy el panorama político de la izquierda se desdibuja aún más en el estado, los probables acuerdos que los grupos políticos al interior del partido del sol azteca, vuelven a tener un movimiento importante en el ajedrez político del partido amarillo, se cae los acuerdos, porque es muy probable que Angelito, ya no vaya, y la corriente de Izquierda Progresista de Guerrero, pierda fuerza política por los acontecimientos, y resurja la figura de Armando Ríos Piter, y sea el abanderado político de las izquierdas para la candidatura al gobierno de Guerrero.
Por otro lado se fortalece enormemente el PRI, y sin fisuras y con la unidad mostrada por los grupos políticos al interior del tricolor, se encamina Héctor Astudillo Flores a ganar la gubernatura.
Desde luego que como dice el dicho al “perro más pulgoso, se le pegan todas las pulgas”, el estado se le suma una “mancha más al tigre”, el conflicto de Ayotzinapa-Iguala, el problema magisterial por los mentores dado de baja que ha provocado fuertes movilizaciones, y ahora el tema de corrupción del Clan Aguirre, que se agenciaron nada más en un año 287 millones de pesos, y desde luego lo que resulte, esto sin duda resultado de la auditorias de la Contraloría de la Federación, ya que a la llegada del desgobernador Rogelio Ortega Martínez, encontró las arcas vacías y un terrible saqueo en todas las dependencias, desde luego que este señor no ha limpiado la casa porque aún conserva a Humberto Zapata Añorve, secretario de Desarrollo Rural en el Estado, incondicional “gato” de Aguirre, quien también debe ser investigado y procesado de encontrarse culpable de fraude y peculado.
Desde luego, las líneas de investigación siguen, hay que recordar que hace algunos meses, fue parada en un retén de la Policía Federal Preventiva, una camioneta suburban negra con tarjeta de circulación de circulación del Gobierno de Guerrero, y tripulada por Chofer del Diputado Jorge Salgado Parra, quién traía en cajas de archivo muerto, quince millones de pesos, en efectivo, y que en las declaraciones del chofer mencionó que era dinero del “diezmo” de las comisiones aportado por constructoras del Estado de México.
Desde luego que esto ya se veía venir las líneas de investigación son a consecuencia del caso Ayotzinapa, aunque el Procurador Murillo Karam, diga todo lo contrario, y es claro que van a seguir cayendo más involucrados en el tema de corrupción, desde luego no se exime de una probable responsabilidad al exgobernador Ángel Aguirre Rivero, y también involucrado fuertemente en el caso Ayotzinapa, y que esté a punto de ser puesto tras las rejas.
La reacción del gobierno federal, no se hizo esperar tras el supuesto regreso a la política de Guerrero de Ángel Aguirre Rivero, y de que se anduvo exhibiendo en restaurantes de Acapulco y Chilpancingo, lo que consideraron los padres de familia de los 43 estudiantes como una burla hacia ellos.
Vamos a ver en que termina esta historia que viene a sumir más la política de la izquierda en el estado, que por su historia social camina con más violencia, más pobreza y más índices de ignorancia, marginación y marginalidad.