Fue un reto encontrar un terreno y empezar a edificar la escuela: Ríos
Se consolida el EMSAD Tixtlancingo como bachillerato de los jóvenes de esa comunidad
OSSIEL PACHECO
El Centro de Educación Media Superior a Distancia (EMSAD) núm. 064 con sede en Tixtlancingo y clave de centro de trabajo 12EMS0068J, perteneciente al Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Guerrero (CECyTE), a dos años de su apertura ha logrado consolidarse y se ha convertido en una opción real para los jóvenes de esa comunidad accedan a sus estudios de bachillerato.
Así lo da a conocer el director del plantel, Mario Alberto Ríos Memije, quien en entrevista explicó se trata de una nueva modalidad de bachillerato a nivel nacional que la Secretaria de Educación Guerrero retomó y abrió en las comunidades más alejadas del estado desde 2013 con el fin de proveer educación media superior a jóvenes en este nivel de estudios ya obligatorio con la entrada en vigor de la reforma educativa.
El plantel 064 Tixtlancingo abrió en agosto de 2014, ofertando un plan de estudios para cursar en 3 años el bachillerato general con especialidad en desarrollo comunitario. En su primer ciclo escolar 2014-2015, la matrícula inició con 45 alumnos, y una plantilla de tres docentes: Lic. Luz Arianny Galeana Pino, Lic. Gladys Monroy Vázquez, Mtro. Mario Alberto Ríos Memije, y un administrativo: Lic. Asgard Tinajero González.
El arranque fue difícil se comenzó a trabajar en las instalaciones de la comisaria municipal ante la falta de infraestructura para que los jóvenes recibieran sus clases. Después con la llegada de un comedor comunitario a Tixtlancingo por espacio tuvo que instalarse en la comisaria municipal, y así los docentes y alumnos del EMSAD tuvieron que buscar otro lugar para instalarse y desempeñar las tareas de enseñanza-aprendizaje.
Ríos Memije contó que fue un verdadero reto encontrar un terreno disponible y empezar a edificar la escuela. “Pasamos de todo. Hubo días en los que estuvimos trabajando en la ex maquiladora del pueblo, otros días estuvimos en una casa prestada, en un aula improvisada de la primaria del pueblo, incluso otros días hasta debajo de un árbol. Fuimos profesores y alumnos nómadas”, recordó.
Sin embargo, asegura que hoy en día las condiciones adversas han cambiado y cuentan con una matrícula de 80 alumnos divididos en segundo y cuarto semestre; y han logrado construir dos galeras de concreto y techo de lámina con ayuda de algunas autoridades y habitantes del pueblo, pero sobre todo con el esfuerzo de los padres de familia “que con sus propias manos han erigido la escuela”.
“A base de ganas, esfuerzo, sacrificio y temple de querer ver un Tixtlancingo prospero. Son grandes las carencias, pero al menos ya contamos con un espacio propio”, agregó.
El director resaltó que a pesar de las dudas que causó la llegada del EMSAD a la comunidad por ser de nueva creación, “al día de hoy nos hemos consolidado como la mejor opción para estudiar el nivel bachillerato en Tixtlancingo, gracias a la plantilla docentes y a los resultados observables en los estudiantes, los cuales son el alma de este plantel”.