A la CNDH, traspaso del Morelos, tiradero municipal de basura y viviendas de Sedatu

•Colectivo Guerrero es Primero recabó testimonios de los afectados en Coyuca de Benítez

REDACCIÓN.

El conflicto generado por el traspaso de los locatarios del mercado Morelos, su desalojo violento y posterior demolición, el caso del tiradero municipal de basura a cielo abierto en El Bordonal y el retraso en la entrega de las viviendas que construye la Sedatu en Tierra Libertad para los damnificados de la tormenta Manuel, serán llevados por el Colectivo Guerrero es Primero a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), donde será procesadas las alternativas y búsqueda de solución.

Para el Colectivo Guerrero es Primero que aglutina a organizaciones sociales del estado, como es el caso de la Red de Agricultores Sustentables Autogestivos, S.C. que llevo a cabo la exposición de los casos antes citados y que son emblemáticos del municipio de Coyuca de Benítez al seno del organismo estatal, al que además están adheridas las Iglesias, sobre todo la católica, las universidades públicas y privadas del estado, activistas, académicos…

El Colectivo Guerrero es Primero prepara la visita del presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez a realizarse en los próximos días tentativamente en el municipio de Atoyac de Álvarez, donde serán procesadas las querellas antes expuestas y otras más, como el caso de las desapariciones forzadas en la década de los setentas, capítulo conocido como la guerra sucia, cuyo episodio sigue en la impunidad, pese a que se cometieron las más graves violaciones a los derechos humanos, traducidos en delitos de lessa humanidad.

En recorrido que realizó el presidente de la Red de Agricultores Sustentables Autogestivos, S.C., Arturo García Jiménez, y Fernando Terrazas Sánchez Baños, secretario técnico del Colectivo Guerrero es Primero el pasado domingo 12 de marzo por los puntos conflictivos del municipio, escucharon los testimonios de los afectados de forma directa; en gira de trabajo, se reunieron desde las primeras horas con los comerciantes desalojados del Mercado Morelos, que pidieron omitir sus nombres en declaración alguna por temor a represalias, una vez que han sufrido de amenazas de muerte.

Los opositores a ser trasladados al nuevo mercado expusieron los abusos y violaciones a sus derechos de los que han sido objetos por parte del gobierno municipal en el proceso de traslado del demolido mercado Morelos al nuevo.

Posteriormente, escucharon los testimonios de los damnificados que perdieron sus viviendas por completo durante el paso de la tormenta Manuel; también constataron la situación de deterioro en que se encuentran las viviendas construidas por la Sedatu en la colonia Tierra y Libertad, mismas que fueron clausuradas por la Profepa por carecer de manifiesto de impacto ambiental, y cuyos sellos fueron retirados de las casas. Los trabajos en el fraccionamiento inconcluso fueron reanudados, y se desconoce si la empresa constructora Grupo Oro, subsanó las irregularidades ambientales cometidas.

Dieron fe de la mala calidad de los materiales con que se construyeron las viviendas, pero además del retraso que llevan en su proceso de construcción toda vez que faltan por ser levantadas poco menos de la mitad de las casas prometidas, y el fraccionamiento carece de los servicios indispensables para su habitación: agua, energía eléctrica, drenaje, la pavimentación del acceso, alumbrado público…

Después se reunieron con otro sector de comerciantes que si aceptaron ser trasladados al nuevo mercado, quienes expusieron la crisis que padecen por falta de ventas de sus productos, una vez que es baja la afluencia de compradores al inmueble, pero además solicitaron la intervención del colectivo para la gestión de proyectos productivos para reforzar sus negocios.

Finalmente, los activistas se reunieron con habitantes de El Bordonal, afectados en su salud por el humo que esparce el tiradero a cielo abierto que tiene 25 años establecido en predios aledaños a esa comunidad, pero que además afecta a pobladores de El Embarcadero y Brasilia, una vez que los desechos sólidos ahí arrojados son quemados. La contaminación alcanza el arroyo cercado al tiradero que va a dar a la laguna de Coyuca ubicada a escasos 500 metros del lugar, y ha dañado la salud de los vecinos, niños, y adultos que padecen de enfermedades respiratorias, incluso, tienen que usar inhaladores. El recorrido terminó con la visita física al tiradero, que coincidió estaba en proceso de quema de la basura, y se constató que el personal no utiliza ninguna protección para el manejo de los desechos.