Presentarán resultado de investigación Acapulco-Medellín para la construcción de la paz


Por Jorge Nava
El Acapulco que soñamos, es un documento resultado del trabajo de investigación sobre el papel que tienen la cultura, las artes y la educación no formal en la construcción de paz en el puerto y que será presentado el próximo jueves a las 18:00 horas, tanto a autoridades, como a la sociedad en su conjunto en el Jardín Botánico de la Universidad Loyola del Pacífico.
Auspiciado por la Universidad de Glasgow, El Colegio de Sonora, la Fundación Ideas para la Paz, la Academia Británica y Educational Peacebuilding, investigadores como Evelyn Arizpe de la Universidad de Glasgow, Manuela Suárez de la Fundación Ideas para la Paz, Nohora Niño del Colegio de Sonora, Javiera Donoso del Conacyt, Sergio Hernández y Alejandro Bahena, también de la Universidad de Glasgow, presentaron el estudio que parte de un ejercicio colectivo en el que las personas de distintos sectores de Acapulco compartieron sus sueños.
Los involucrados en el estudio proponen una serie de acciones que se deben seguir para conseguir estos sueños, pero además los obstáculos que también se pudieran presentar, indicó Nohora Niño en conferencia de prensa que tuvo lugar en el hotel Holiday Inn Resort.
Convocó a que las autoridades se acerquen a conocer estos hallazgos que emanan de los acapulqueños y que sirve de base para las iniciativas tanto gubernamentales como privadas que quieran hacer algo realmente por caminar hacia la paz.
La investigación Construcción de paz educativa en Medellín y Acapulco: comprender el papel de la educación, la cultura y el aprendizaje en la respuesta a las crisis de la Academia Británica, el proyecto tiene como objetivo crear una comprensión detallada de la infraestructura, el compromiso, los recursos y las políticas necesarias para transformar educativamente una comunidad a fin de contribuir a reducir los impactos negativos de la violencia y el crimen relacionados con las drogas.
Busca investigar las circunstancias, políticas y prácticas a través de las cuales Medellín, Colombia, ha podido desarrollar e implementar una estrategia inclusiva de aprendizaje a lo largo de la vida, y transferir ese aprendizaje a Acapulco.
“Al trabajar junto con políticos, miembros de la comunidad, jóvenes y partes interesadas tanto en Medellín como en Acapulco, el equipo del proyecto trabajará para presentar recomendaciones para responder a las crisis de violencia. La metodología innovadora y participativa se centrará en la educación informal, produciendo un modelo educativo de consolidación de la paz y un índice de transferibilidad”, se indica en su sitio web.
Niño declaró que “lo cultural permite darle un significado a la naturaleza y permite hacer una manifestación distinta de esa misma cotidianidad que afecta a los distintos ciudadanos”.
Refirió que sociedad civil organizada, jóvenes, niños, empresarios, sociedad civil, artistas, todo ellos se sentaron pensando en Acapulco, quienes dijeron quiero mi plan B de un Acapulco de diez para los acapulqueños, no para los turistas.
“Para los habitantes de Acapulco y soñar así, entender cuáles son las dificultades, pero qué podían hacer”, destacó.
“Esta agenda, estas proyecciones, estos sueños, estas esperanzas, creemos que es una oportunidad para que, precisamente aprendiendo la experiencia de Medellín (Colombia), empresarios, sectores políticos, fundaciones se interesen en financiar este tipo de acciones y podamos impulsar este Acapulco que queremos ver en diez años, que sea para todos”, anotó.
Explicó que esto, principalmente viene apoyado y anclado en ideas de que el desarrollo cultural y la educación no formal puede ser una alternativa real para que los acapulqueños puedan desarrollar una serie de habilidades y competencias que les permita llegar a concretar esos sueños, sin combatir al crimen, “sino que desarrollar habilidades diferentes a nuestros ciudadanos que les permitan dar nuevas oportunidades”.
“Y en ese sentido va orientado este proyecto, en ese sentido va pensado el proyecto, va pensados nuestros grupos afros, va pensados en nuestros grupos indígenas que habitan la ciudad, en nuestros niños que trabajan en las calles, en todas las personas que trabajan en los hoteles y que después, los fines de semana van a vender las gorditas en las esquinas, etcétera; todos esos acapulqueños que están ahí esperando una ciudad para todos”, explicó Niño.
Por eso invitó a que se acuda a escuchar el proyecto, y a los medios de comunicación para que puedan atender esta noticia. Y a las autoridades, pues expuso que el estudio ha costado y se interesen en retomarlo.
A pesar de que ya están en la etapa final, dijo que en esta semana todavía estarán con los sectores con los que estuvieron trabajando porque les van devolver los resultados, los hallazgos que encontraron tanto en Medellín como en Acapulco, pues es parte de su responsabilidad como equipo investigador.
Para Javiera Donoso del Conacyt planteó que era “muy importante que hay científicos muy bien formados y muy profesionales que están tratando de hacer investigación seria para Acapulco para poder entregar herramientas útiles para que ellos puedan tomar las mejores decisiones para la sociedad”.
“Esto no es casual, hay investigación que viene de largo aliento, se trabajó con mucha gente a pesar de las condiciones pandémicas se hicieron los trabajos que se tenían que hacer y la información está, es de calidad, ha sido organizada y sistematizada de manera seria por un equipo como pueden ver, diverso, internacional y muy comprometido con la seriedad del trabajo”, destacó. Reiteró que esto es para que las autoridades puedan tomar decisiones con evidencias científicas y no de cualquier información que pudiera salir por ahí porque insistió, “se están dando herramientas técnicas a las autoridades para que tomen las mejores decisiones”.