Sociedad

Papá de desaparecido pide a la sociedad no normalizar desapariciones ni violencia

Papá de desaparecido pide a la sociedad no normalizar desapariciones ni violencia
  • Publishedfebrero 5, 2023

Yarek Huerta, quien es profesor y radica en Chilpancingo desde hace 30 años, dijo que en esa ciudad crecieron sus hijos; una familia de cuatro varones, una niña y su esposa. Él recientemente se incorporó a las acciones del colectivo de personas desaparecidas Memoria, Verdad y Justicia.

Se divorció, se quedó con los cuatro niños, mientras que su esposa se llevó a la niña.

A pesar de que para él fue una tarea difícil, complicada, como pudo salió adelante y después de dos años de la separación con su esposa, buscó a otra pareja para que le acompañara.

Sus problemas comenzaron cuando sus hijos crecieron, aunque todos estudiaban.

En el caso particular de Jazael, quien desapareció el 15 de septiembre de 2015 a la edad de 22 años, eligió aprender mecánica y estudiar la preparatoria abierta. Comenzó a hacer práctica con motores de vehículos, motocicletas, y un día le hablaron para que fuera a hacer la reparación de una moto, fue que ya no supo de él.

Cuando eso sucedió, hombres armados asesinaron a cinco personas que estaban en el domicilio donde Jazael fue a hacer la reparación a petición de uno de sus amigos de la secundaria.

Los agresores iban por el hijo de los dueños de la vivienda donde Jazael estaba, sin importarles asesinaron a las cinco personas que estaban allí, “que nada tenían que ver, ningún vínculo” con el crimen organizado, en tanto a Jazael se lo llevaron.

Yarek recuerda que ese día el 15 de septiembre Día del Grito de Independencia, la familia estaba comiendo, momento en el que llegó el amigo de su hijo para pedirle que fuera a hacer la reparación. Horas después recibió una llamada del amigo de su hijo, incluso le reveló el nombre de quien fue que se lo llevó y le dio detalles que lo subieron a un vehículo color blanco.

“¿Pero él por qué?”, preguntó en la llamada telefónica.

“-No sé, venían por mí, su hijo no tiene nada que ver, venga, venga”, recuerda Yarek del diálogo que sostuvo con el amigo de su hijo.

Una mujer observa las imágenes de personas desaparecidas del colectivo Memoria, Verdad y Justicia que cada primer sábado de cada mes desarrollan una jornada para visibilizar sus búsquedas. | Fotos: Jorge Nava

Eran las cuatro y media de la mañana cuando llegó al domicilio que lo citaron de donde se lo habían llevado, ya no lo encontró, “encontré cascajos percutidos”, recordó.

“Caí como en un shock, no sabía cómo actuar, qué hacer, no lo podía creer pues, pero dije pues vamos a arreglarlo, yo sé que mi hijo no anda haciendo cosas malas y pasaron los días y los días; yo buscaba al joven que lo había llevado porque yo lo conocía, habían sido compañeros desde la secundaria y ya nunca supe de él porque lo sacó su familia, a quien buscaban era a aquel y lo sacaron y es la fecha que nada más supimos de él”, reveló.

Después, ya no volvió a tener contacto con el amigo de su hijo.

También contó el trato que recibió en el Ministerio Público (MP) del Fuero Común, donde la mamá del amigo de su hijo saludó a la secretaria del agente del MP como “comadre” y en el acta asentó que no conocía a Jazael, cuando su hijo y el hijo de la señora eran amigos desde la secundaria.

Dijo que el MP le negó información de la investigación, mientras su vida cambió, al igual que al resto de sus hijos.

“Muy pocas personas entienden este proceso de duelo que uno tiene eterno”.

A Yarek le ayudó trabajar el duelo en agrupaciones de doble AA y a pesar de que creyó que lo iba a superar, no fue así porque en su caso padece recaídas emocionales y depresión.

“Es muy feo y en el trabajo empecé a faltar, a no querer ir a trabajar, empecé a tomar. No saber qué hacer. Hasta que encontré este grupo de mujeres (el colectivo Memoria, Verdad y Justicia) que me invitaron a participar y es mi segunda ocasión que estoy en un evento como este, con ellas, apoyándolas y ahí está mi hijo Jazael Huerta Bustos”

En Guerrero siguen ocurriendo desapariciones y homicidios, Yarek calificó de “una situación complicada” porque consideró que el Estado o las autoridades “se deslindan de una responsabilidad como Estado cuando es la obligación o la obligatoriedad de poderte apoyar y hacer todo lo necesario, darnos los medios si quiera para buscarlos, cuando esas personas, todos nosotros, son ellas las que andan haciendo el trabajo de muchas personas que trabajan en esas áreas, como en la búsqueda de personas desaparecidas”.

Planteó que para hacerlo tienen que pagar la gasolina, los alimentos y que este sábado que colocó la fotografía de su hijo con el resto de las personas del colectivo Memoria, Verdad y Justicia, tuvo que solventar los gastos.

Se dijo gratificado por sentir el apoyo de las integrantes, en su mayoría mamás, “porque son hermanas del mismo dolor, ellas sí entienden porque vivieron la misma situación y este es reconfortante de esa mano amiga que dice hay esperanza”

El caso de Jazael está estancado, “está ahí muerto, ya no hay investigación, ya no hay nada, no pos si tú no vas nadie mueve”.

Yarek dijo que las búsquedas son peligrosas, pues con otro colectivo de Chilpancingo ya lo ha hecho y ha apoyado a otros de Iguala.

Tiene fe de que con mostrar la fotografía alguien le diga dónde está el cuerpo, “nosotros no queremos problemas con nadie, ya lo que tuvo que pasar pasó, creo que esa parte lo entendemos, lo que no entendemos es que no encontrar el cuerpo, no tener donde llorar, donde tener que llevarle unas rosas, de decir sabes qué, descansa en paz, y el tormento de saber dónde está, cómo está, dónde lo mataron, o sea siempre vamos a luchar que está vivo”

Compartió que el quedarse a cargo de sus hijos se construyó otro lazo al no estar su mamá él era todo, “entonces es imposible que me digas, bueno, se fue y se enroló con los sicarios, pero él hubiera buscado la forma para decirle a sus hermanos dile a papá que no se preocupe, esa lógica, un sexto sentido te indica que no está”

Respecto a quienes expresan que los desaparecen porque andaban involucrados con el crimen, opinó que no caigamos en ese calificativo y que tendemos a normalizar esos caos, “o sea la gente ya no hacen mutis, es como algo normal, ah lo desaparecieron no hay problema hay como dos mil 500 desaparecidos. No es posible, los asesinatos, las balaceras, los secuestros, los está viendo la sociedad como un parte normal de la vida diaria de nosotros y no podemos permitir eso porque es caer en estar sin corazón, no permitir y cuidar mucho a nuestros hijos, hablar mucho, mucho, con ellos; la delincuencia está donde quiera, en todos los niveles, no creas que es de la parte de los pobres o la parte media”