Sociedad

Enoc Rodríguez, antes de que su familia lo aceptara como persona gay, fue él quien tomó una decisión

Enoc Rodríguez, antes de que su familia lo aceptara como persona gay, fue él quien tomó una decisión
  • Publishedjulio 16, 2022
El músico Enoc Rodríguez en un serial mostrando sus distintos estados de ánimo en la entrevista con la reportera Teresa Luviano. | Foto: Teresa Luviano de Labra

Por Teresa Luviano de Labra | Especial @CostaBravaRevista

Ha pasado más de medio mes que terminó junio, Mes del Orgullo, sin embargo, en la revista digital @CostaBravaRevista nos damos a la tarea de publicar un serial de entrevistas a personas LGBTI connotadas que radican en Acapulco y que al enfrentar la discriminación social por ejercer una sexualidad fuera de la hetero norma, han tenido que luchar para lograr metas y sueños, pero lo que conlleva romper paradigmas que otros y otras transitaron para conseguirlo.

Enoc Rodríguez López es violoncelista de la Orquesta Filarmónica de Acapulco, a su vez es director del grupo musical Cuatete Sound, cumplió 45 años el 9 de junio y se define como un introvertido que aprendió a ser muy extrovertido pese a que se califica como un hombre sumamente tímido.

“Soy un niño que siempre fue flamboyante por no decir amanerado, ya vez porque uno no sabe como decirlo; era evidentemente femenino y esa evidencia femenina me causaba muchos conflictos internos y externos con mi familia, con mis amigos y con mis vecinos, que bueno, me hacían bullying, esto no es un cuento de terror eh, también fui un hijo de la chin… y tuve mis cosas malas”, coparte.

“Mi papá, cuentan mis tías, que se acercaba a mi tía la psicóloga y le decía ¿qué hago? En este momento es muy fácil decir, pues aceptas y ya, pero hace 40 años pues no, yo empecé a caminar como a los 10 meses, era de los niños adelantados a mi época y comencé a hablar como al año y medio, entonces no era tan fácil, no te podían aceptar porque además todavía estábamos en este rollo conductista, psicológico de así tiene que ser, no el rollo actual de ¿quién eres?, ¿Cómo eres?, ¿Cómo te comportas?, ¿Cómo hacemos que eso se concilie con tu entorno social y también con tu individuo?”, planteó respecto lo que le implicó lidiar con la aceptación de ser quien se es.

El artistas incluso tuvo que enfrentarse con lo que implicaba no ser discriminado por la gente, más cuando él es originario de Veracruz, donde enfatizó que “allá tenía que ser de tal manera, entonces me compraron un guante carísimo de beisbol, con una pelota y bat carísimos, pero siempre fui re’burro, en lo único que fui bueno, fue en salto de garrocha porque soy alto y era muy delgado, pero era muy burro y mi papá me quería obligar a jugar beisbol, hasta que un día le aventé el guante casi por la cabeza y le dije ‘yo no quiero, se acabó’; intervino mi mamá y le dijo pues si el niño no quiere, no quiere”.

“Hasta que me enteré seis años después de eso que mi papá era maletísimo para eso y pues no era gay, solo era maleta para los deportes, o sea que nada tenía que ver que yo fuera gay”, observó Enoc Rodríguez.

Subraya que “mi familia no quería sufrir, pero ellos tampoco querían que yo sufriera y para ese momento ser lo que aparentemente iba yo a ser, era un problema”.

Comparte cómo también desde el seno familiar las personas LGBTI enfrentan las clásicas etiquetas establecidas por la sociedad en general, pues recordó que una de sus tías le decía, “bueno es que acá en México hay mayates y jotos, en Estados Unidos están más evolucionados y no sé cuánto…”

“Y luego Juan Gabriel te dice ‘yo no nací para amar, nadie nació para mí’, todo mundo sabíamos que era gay, híjole, ya no me tocó (el amor) y mentira, me han tocado muy padre, yo he tenido amores muy padres”, confía.

De si su familia finalmente lo aceptó como persona gay, afirmó que más bien fue él quien tomó una decisión, “y los mandé a freír espárragos a todos, o sea, no fue por eso, fue por otro conflicto familiar, cuando mi padre muere…y se empiezan a generar los clásicos conflictos de que deberías hacer esto, intervenían en todo y de todo opinaban”.

“Entonces yo un día les dije saben qué, no quiero oír mas sobre mi familia núcleo y sobre su opinión sobre mi familia núcleo, yo vengo a verlos, a disfrutarlos, pero si ustedes me traen este rollo, yo no regreso (a Veracruz), pa’qué, para oír conflictos, ¡no! Ya los tengo, y como que eso fue como un tapón, fíjate ya no se metieron, y de lo demás, empecé como asumirlo”, expuso.

–¿Ahora como es tu relación con tu familia?

–Muy padre… pues a ese nivel ya estamos con mis tías, con mis tíos, yo no les ando quitando sus fobias, homofobias, transfobias, yo ya estoy bien con ellos cuando hacen comentarios homofóbicos, lesbofóbicos o transfóbicos, pues yo si intervengo y les digo ‘oigan no digan eso porque estoy en este grupo de WhatsApp y me están pasando arder a mí, ah pues bromea con tu diabetes le dije a una tía y me respondió no bromees con esto, pero con mi familia estoy bastante bien.

De si ha sufrido algún tipo de discriminación no duda y suelta a bocajarro un “sí, claro”, casi sin pensarlo. “Mira yo hago el pase heterosexual, por ejemplo las chicas trans se les dice el pase trans, qué quiere decir eso, hay chicas trans que logran pasar desapercibidas y hay unas que no logran dar ese paso… y son muy criticadas, yo tengo la fortuna de ser un hombre alto, calvo, antes tenía mucho pelo, soy barbado y que camina con bastante gallardía, entonces es muy complicado que alguien nomás porque me ve pasar diga ‘ah, ahí va un joto’, pero cuando voy con mis amigos y que vamos echando la joteria y la pluma a todo lo que da, si nos han gritado, entonces para mi sigue siendo igual de insultante,  porque no importa si yo paso desapercibido, no se vale gritarle a nadie, yo no ando por la calle y si veo un hombre que me parezca guapo, bajo el cristal del auto y le chiflo, nadie se merece la falta de respeto”.

Enoc Rodríguez recuerda que de niño le decían el Sidral Mundet porque estaba de moda el tema del VIH, “y a mí un idiota que me hacia bullying todo el tiempo, un muchacho que era dos años mayor que yo, yo tenía como 7 y él como 9, me gritaba el Sidral, el sidoso, varias cosas ¿no?, y yo la verdad nunca fui muy valiente para los golpes, si soy valiente pero no para todo, como todos ¿no?, entonces mi papá me dijo ‘o se la partes tú o se la parto yo’, Pero ¿qué creen? esto no es heroico, me dio una madriza el muchacho este, pero estuvo bien, finalmente mi papá tenía razón, fue la última vez que él me quiso molestar, o ya no me acuerdo”

También vivió bullying de chavos que tenían novias y que estas eran sus amigas, “era interesante porque partía de que yo estaba enamoradísimo de estas chavas y puede ser que sí, por qué no, pero yo nunca he sido traidor, tengo muchos defectos, pero el de traidor no, y si ella tenía novio para mi estaba vetada, pero me llevaba muy bien con ellas y entonces varios chavos si quisieron darme mis cates.

Tuve novias, tuve10 novias y no por fingir eran muy bonitas también y las quiero mucho y a las que veo, las veo con mucho cariño porque el amor no es solo sexo, de hecho, a la que yo recuerdo que le lloré mucho fue a una chava que me puso el cuerno con un amigo…ya no le lloro, pero le lloré”.

Enoc no es activista gay, sí un músico abiertamente gay, de si desde tu trinchera hace algo por la comunidad LGBTI, manifestó que referir términos como “la gente de la diversidad esa es una opinión de un inexperto” y que lo único que se quiere es ser respetados por los demás.

“No importa si soy flojo, no importa si soy trabajador, ni importa si soy extrovertido, ni importa si soy introvertido, no importa si soy empresario, no importa si soy el empleado más humilde de esa empresa, nadie tiene el derecho de discriminarme por tener la sexualidad que tengo y menos por ejercerla”, aclaró.

Fue más allá al abundar que no hay los gays de provecho, que tampoco existen los heterosexuales de provecho. “Tienen que respetarnos, así como yo respeto a todos los demás; a ver, si alguien me parece que está haciendo una estupidez, no es por ser heterosexual, o bisexual, trans o intergénero, ¡no! ¡Es porque es una persona que está cometiendo una estupidez!”.

“No soy un activista, pero por ejemplo ser un cínico gay, hace que la gente, ahí si uso el escudo protector de soy un músico clásico y ese tipo de cosas y la gente ya no me dice cosas como se le dijera a alguien que barre, o alguien que es estilista, pero qué poca, porque merecen el mismo respeto yo, y ellos”, apuntó.

“Entonces esa es la manera en que yo milito y hago política, me pinto las uñas porque me gustan, número dos para que lo vean, para que vean que no pasa nada, me dejo la barba porque ser gay no tiene nada que ver con cómo yo me muestro ante los demás y tengo derecho a ser el hombre más femenino del mundo cuando se me antoja, y ser el hombre más masculino del mundo si es que lo logro cuando se me antoja; necesitamos ser respetados en esa área, en lo demás no, si tú eres una persona mala pues que la ley te lo demande”, fijó.

–¿Cómo ingresaste a la Orquesta Filarmónica de Acapulco?

–Mira fue fortuito, yo estaba en la facultad de música y de repente nos hablan para decirnos que había una posibilidad de venir de extra para tocar de vez en cuando porque se estaba abriendo la Orquesta y ya venimos, mucha gente vino, pero muchos estudiantes, gente muy talentosa y preparada. Pero muchos estudiantes tocamos el primero (concierto), tocamos el segundo como por ahí del cuarto concierto, se nos acerca el maestro Eduardo Álvarez y nos dice ‘acompáñenme en este sueño’ y se hecho el speech del Buen Pastor y del Buen Patrón y yo dije, ah pues sí.

Bueno en ese tiempo yo tenía una relación que iba ser estable y duradera y le dije ‘oye me ofrecieron esto’, él ya estaba por salir de la facultad y me dijo pues vámonos a Acapulco y yo le dije pues vámonos.

Pensé, ya de ahí yo regreso a México y termino la carrera y tú terminas tu maestría, y vamos a ser una pareja feliz y vamos a rentar dos vientres y todo va ser felicidad, pero no es cierto, como cualquier relación hetero, gay, bi, trans, etcétera, pues la gente está un rato y después ya no está, por eso me vine y cada vez que me quise ir de Acapulco me salía un proyecto nuevo. Al principio la verdad si era una ciudad muy distinta a la mía, en la que yo me críe y entonces decía pues ya me voy, en eso Luis Zapata (escritor acaecido) me invitó a trabajar en Afectuosamente su comadre, unos videos y cortometrajes ya me voy y me hablaba Malena Steiner (la actriz) y me decía vamos hacer una obra de teatro y ya me voy, así fueron como cinco años y ya mejor me quedé; el 30 de mayo cumplí 24 años viviendo aquí en Acapulco.

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