Buscar a desaparecidos parece hoy un delito: sacerdote de Acapulco

Con las frases “nunca los vamos a olvidar” o “no perderemos la fe y la esperanza”, la Asociación Civil Familias de Acapulco en Busca de sus Desaparecidos llevaron a cabo un acto solemne en lo que han denominado el árbol del recuerdo y la memoria por el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.
Las familias buscan que el gobierno de Evelyn Salgado Pineda les permita que se designe un árbol de Parota que nació de otro que se secó como un antimonumento cómo sí cuentan los estudiantes normalistas de Ayotzinapa en la vía rápida de Acapulco.
Elba Janet Galeana Campos, quien es secretaria de la agrupación, reprochó que en el gobierno de Héctor Astudillo Flores estaba en vías de concretar el antimonumento con el árbol de Parota en el parque, sin embargo con la actual administración el tema se detuvo porque les dijeron que ese árbol no existía.
Dijo que con la anterior directora del parque, Ivonne Penélope Tabares Torres, tuvieron desencuentros por este tema, al grado que se dieron a la tarea de buscar el árbol.
Afirmó que Tabares les dijo que no se iba a designar ningún área, pero para este acto conmemorativo llevado a cabo este día hablaron con la actual directora, Cinthya Lillian Fernández Velez, quien los dejó hacer su actividad, pero abogan para que se les designe esa parte para que puedan hacer sus actividades, que “entienda la gobernadora”, afirmó, pues en este lugar las familias pueden reunirse los 30 de agosto que es el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas o los días 10 de Mayo.
Galeana Campos cuestionó que no tengan un antimonumento cuando “los chicos de los 43, ellos sí tienen un antimonumento y ellos no son de aquí, con todo el respeto, nos vamos a solidarizar con sus padres, pero ellos no son de aquí”.
Buscar a los desaparecidos, parece que hoy es un delito, señala sacerdote
En esta actividad participó el rector de la catedral Cristo Rey, Salvador Cisneros Preciado, quien en su reflexión les compartió a los familiares que hoy parece que buscar a sus desaparecidos es un delito.
Lo anterior por el asesinato de la buscadora Rosario Lilián Rodríguez del colectivo Corazones Sin Justicia en Cruz de Elota, Sinaloa, asesinada saliendo de la misa en honor a su hijo Fernando, desaparecido desde el 19 de octubre de 2019 por hombres armados.
“Pero hoy que es un peligro, pareciera hoy que es algo que no se debe hacer. Ustedes no deben tener miedo”, dijo y les sugirió que más bien debieran abrirse a la sociedad, invitar a la sociedad a unirse ustedes.
Consideró que ese lugar que va a ser emblemático por la memoria, no se puede olvidar a las personas que les han arrebatado, que los han violentado, que les dejaron un dolor constante permanente en sus hogares.
Subrayó que las familias de desaparecidos no son delincuentes, que tampoco buscan desestabilizar al gobierno ni al país.

“Ustedes buscan justicia, dice el señor en el evangelio, bienaventurados los que buscan justicia porque en Dios lo encontrarán, bienaventurados los que ahora lloran, porque Dios los consolará”, pronunció.
“Hambre y sed de justicia porque Dios saciará su sed y su hambre”, continúo.
“No es que Dios los felicite por el dolor que tienen”, aclaró.
Reflexionó también que el día que ellos se callen las piedras van a hablar, por lo que los conminó a que sigan por concientizar al pueblo, de un pueblo que sufre.
Hizo un llamado a la sociedad para ser empáticos con los familiares de desaparecidos, para ser solidarios con ellos, “para que no seamos indiferentes”, pues dijo que no sentimos el mismo dolor que ellos pero sí unirnos a su dolor y en su sufrimiento.
Afirmó que no se trata de quedarse allí en el llanto y la desesperación, sino porque esto acabe y termine en el país.
Matizó que este problema es de todos los países de America Latina, donde se vive situación semejantes, como la pobreza, la falta democracia, violación a los derechos humanos, y que se debe alzar la voz en todos los continentes, para que por fin haya paz, haya, “yo le pido a Dios qué de paz a sus corazones, pero que su memoria no olvide”.
“Olvidar no, perdonar sí. Olvido no, perdón sí, porque el perdón trae la paz, el perdón acaba con la violencia. Impiden que se repliquen estos sucesos, pero no el olvido, recordarlo, para que estos hechos no se repitan”, dijo Cisneros Preciado.
Calificó que la expresión “ni uno más”, parecería hueca, pero no, que hay que mantenerla con nuestra voz, nuestro corazón, respetando al que no lo tenga.
A la sociedad mexicana les pidió que se olviden de temas como este y que no se permita que vuelvan a repetir.
“Nunca los vamos a olvidar. No perderemos la fe y la esperanza”, manifestó.}
Al final la actividad concluyó con un círculo entorno al árbol, donde las familias se tomaron de las manos y abrazaron el árbol.