PARA PROBLEMAS GRANDES, SOLUCIONES GRANDES
*Arturo García Jiménez
En la Costa Grande, existen muchos problemas sin resolver, mismos que se van añejando y se complican más. La cuestión es que los afectados al paso del tiempo se van cansando, el gobierno le apuesta al tiempo y no existe una interlocución que construya una solución. La gente que un tiempo se movilizó y presionó termina cansada o dividida, y los problemas siguen; todo ello manda un mensaje a la sociedad de que las luchas no tienen perspectivas y que la organización no funciona y al final, es el gobierno y los grupos de poder quienes resultan ganadores.
Casos emblemáticos: como la “guerra sucia” en la década de los setentas que dejó cientos de víctimas y familias afectadas desde hace más de 40 años están aún presentes. Mientras hoy se habla de atención a víctimas en aquellos tiempos solo era represión: cuantas viudas, cuántos niños sin horizontes y sin ni siquiera hablar de ayuda psicológica ni mucho menos médica ni económica. Muchos agraviados ya murieron y otros más yacen enfermizos, mientras las familias viven en la miseria y postradas a su pasado.
Pero también hay problemas de alto impacto ecológico y social que los diversos niveles de gobierno no han querido abordar, quizá porque no les representa negocio o son cuestiones que les son ajenas. Tal es el caso del basurero a cielo abierto, incinerador, relleno que desde hace 25 años contamina todo el ambiente y afecta a los habitantes de las localidades de El Bordonal, El Embarcadero y Brasilia, en Coyuca de Benítez, y constituye el mensaje de bienvenida a los viajeros que visitan la puerta de la Costa Grande. O el caso de la contaminación del Río Atoyac, en donde cerca de 80 mil habitantes desde la sierra de El Paraíso hasta la playa Paraíso conducen sus defecaciones, basuras, productos agrícolas tóxicos, basuras, aceites quemados, animales muertos, etc. Pero también están los casos de falta de transparencia en los municipios así como el incumplimiento de obras en beneficio de los afectados por la tormenta tropical Manuel que hasta la fecha no les entregan sus viviendas y otro tipo más de casos.
Ante ello, el Colectivo Guerrero es Primero, tomando como referentes a las organizaciones de la región que participan como miembros, se propuso coadyuvar a la solución de 8 casos emblemáticos: 3, en Coyuca de Benítez; 4, en Atoyac de Álvarez; y uno, en San Jerónimo. La idea es, junto con los diversos actores, construir una ruta de solución que devuelva la confianza a los afectados y, a partir de lo cual se impulse la solución de otros problemas.
Guerrero es Primero es una iniciativa de organizaciones de la sociedad civil que tiene la finalidad de promover espacios de diálogo y de búsqueda de alternativas a la gravísima situación del país, que se ha reflejado en el estado de Guerrero. Estamos construyendo una propuesta de la sociedad guerrerense, en particular, y con la sociedad nacional en general para iniciar un proceso horizontal, plural, incluyente, propositivo y eficaz de diálogo y colaboración, que genere condiciones para el desarrollo sustentable, la democracia participativa y la paz duradera. Nuestras acciones se enmarcan en cuatro grandes temas, a) Estado de Derecho y Derechos Humanos, b) Desarrollo Sustentable, c) Democracia Participativa y fortalecimiento institucional y d) Construcción de la Paz.
Creemos que existen problemas no resueltos debido a la falta de voluntad política y la inexistencia de actores que faciliten la construcción de esquemas de solución eficiente. Lo solución de problemáticas añejas y de alto impacto aportarán a la ciudadanía un mensaje de credibilidad que permitirá crear condiciones para el impulso de esta cultura de paz tan anhelada en nuestro estado. En este primer artículo haremos referencia a tres casos de Coyuca de Benítez.
El tiradero municipal.
Los depósitos finales de residuos sólidos que no fueron planeados técnicamente, se les conoce como tiraderos a cielo abierto. Estos lugares son espacios sin ningún control de los residuos que allí se depositan, lo cual se constituyen en focos de infección por las distintas bacterias, virus, parásitos, metales, nitratos, entre otros elementos. Los principales problemas que causan por estos depósitos de residuos sólidos no controlados son el deterioro del paisaje, la contaminación del aire, de los cuerpos de agua superficiales y subterráneos, la contaminación del suelo, el impacto a la salud y el impacto social.
En el municipio de Coyuca de Benítez se localiza un tiradero a cielo abierto desde hace 25 años, ubicado las localidades de Bordonal, El Embarcadero y Brasilia, cerca de la cabecera municipal. En 2006, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), emitió una multa por 180 mil pesos al ayuntamiento de Coyuca de Benítez por la contaminación ambiental causada por este depósito de residuos, así como la recomendación de clausurar esta zona generadora de contaminación. En ese mismo año, la regidora Alma Juárez declaro que “se han presentado niños con problemas en la piel como hongos además de infecciones en las vías respiratorias”. Diez años después, en 2016, la Procuraduría de Protección Ecológica de Guerrero (PROPEG) impuso otra multa de 300 mil pesos al ayuntamiento por el incendio del basurero a cielo abierto, el cual tuvo una duración de un mes.
En la localidad de El Bordonal, donde se ubica el basurero municipal, de acuerdo a información de los vecinos, se han visto afectado en su sistema respiratorio a causa del humo que todo el día circula en el aire, también afirmaron que los lixiviados –filtraciones de los líquidos originados en las basuras- están llegando a la laguna de Coyuca.
Retraso en entrega de viviendas de la SEDATU.
Entre el 14 y 15 de septiembre de 2013, las tormentas tropicales Ingrid y Manuel ocasionaron lluvias torrenciales en la costa de Guerrero, afectando a la población de esa región. En Coyuca de Benítez, la crecida del río Coyuca derribó el puente que comunica a los municipios de la Costa Grande con Acapulco. La colonia irregular Tierra Digna, fue una de las principales afectadas por el desbordamiento del río.
Como parte del programa de reconstrucción del Plan Nuevo Guerrero, la SEDATU (Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano) proyectó la construcción de 72 viviendas para los habitantes de la colonia Tierra Digna y otras, argumentando que su entrega sería en agosto de 2015. Al mes de abril de 2016 se han construido solamente 44 viviendas que se encuentran inconclusas, y no han sido entregadas a los vecinos afectados.
Las casas aún no cuentan con baño, agua y luz, como tampoco cuentan con camino de acceso ni el arreglo de los andadores; pero lo peor es que la calidad de los materiales deja mucho que desear comenzando con los techos de lámina de asbesto. Los vecinos comentaron que el delegado de la Sedatu en Guerrero, José Manuel Armenta se trata de deslindar de los retrasos responsabilizando al delegado anterior, Alfredo Fernández. La presión ha sido hasta ahora la única forma de atender su demanda de entrega de las casas, a través del bloqueo total de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, a la altura del puente Coyuca.
Se requiere una solución inmediata ya que los beneficiados de estas casas continúan viviendo en condiciones precarias o gastando en el pago de rentas, ya que no tienen un patrimonio propio.
Desalojo violento del mercado Morelos en Coyuca de Benítez y mala distribución de locales.
En mayo de 2013, el entonces gobernador del estado, Ángel Aguirre Rivero, inauguró el nuevo mercado municipal de Coyuca de Benítez, con una inversión de 92 millones de pesos, para reemplazar al viejo mercado ubicado en el centro de la localidad. La respuesta de los locatarios al nuevo espacio no fue positiva, ya que a pesar de haber sido inaugurado, no se trasladaron a las nuevas instalaciones comerciales.
En noviembre de 2013, en sesión de cabildo, los ediles aprobaron cerrar el mercado Morelos justificándose en un dictamen de Protección Civil y otro del Centro Nacional para la Prevención de Desastres (CENAPRED), que afirmaban que en caso de un sismo de gran magnitud el predio podría colapsarse. El proyecto de ocupación de los nuevos locales se retomó en el gobierno de Héctor Astudillo.
A pesar de que el 8 de agosto del presente año un incendio afectó la mayoría de los locales comerciales del mercado Morelos, una vez controlado, los comerciantes se mantuvieron establecidos al interior del mismo. En noviembre, el presidente municipal, Javier Escobar justificó el inicio de la demolición del mercado en los dictámenes mencionados anteriormente. Los locatarios inconformes argumentan que nunca se les notificó el desalojo de sus espacios en el mercado Morelos. Sin embargo, la inmensa mayoría de locatarios ya se reubicó en el nuevo mercado e inclusive el viejo mercado ya fue derribado. El problema se centra ahora en la distribución de los locales ya que hasta las propias autoridades municipales reconocen que no fue justo. Algunos locatarios les fueron otorgados más de un local y los ambulantes registrados tienen que expender sus mercancías en los pasillos. Recientemente, se ha observado que muchos locatarios han regresado a ocupar espacios abiertos en los alrededores del viejo mercado, ello en razón de que por la ubicación del nuevo mercado las ventas son mínimas.
Toda esta situación que se ha complicado por el paso del tiempo, la prepotencia y la desatención corre el riesgo de complicarse. Por lo tanto, las autoridades estatales, municipales, locatarios y hasta los consumidores tienen que contribuir a la construcción de una ruta de solución, misma que tendrá que definir el qué se hará con el terreno del viejo mercado y quien lo administrará hasta el asunto de la incorrecta distribución de locales en el nuevo y proporcionar facilidades de acceso para los consumidores.
Para coadyuvar en la construcción de soluciones, el Colectivo Guerrero es Primero ha realizado gestiones para que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) sea un facilitador de ello. Ya se han tenido acercamientos con cada uno de los grupos afectados y se elaborarán las propuestas respectivas para plantearlas de manera conjunta al Gobernador del Estado y al Presidente de la CNDH.
*El autor es presidente de la Red de Agricultores Sustentables Autogestivos, S.C.