Cruella DeVil: El mensaje inadecuado a las niñas


Por Nelly Bello Flores*
El live action de una villana de película animada de los 60 nos queda a deber mucho. La trama no solo deja sin justificación la psique de una narcisista que debe cubrir su necesidad de sobresalir por encima de las necesidades de otros (los animales) sino que deja muy mal parada la imagen que una niña de ahora, debe plantearse sobre el roll de las mujeres y la maternidad.
Si bien la época de los 60 los roles de hombre y mujer, eran proveedor y hogar respectivamente, cómo se atrevieron a dejar a un lado el movimiento feminista y lo que ya se cuestionaba sobre el concepto de la figura materna.
Tuve oportunidad de verla en la reapertura de las salas de cine a las familias, esa nueva normalidad que me permitió disfrutarla en la soledad de un asiento.
Craig Gillespie, director de la cinta Disney, pasó por alto que en los 60, época en la que se ambientó esta renovada propuesta, es la misma época en la que Betty Friedan publicó Feminine Mystique, un texto en el que la autora cuestiona la «domesticidad suburbana» al criticar la idea generalizada de que la mayor realización a la que podían aspirar las mujeres era ser madres y esposas.
Y sin dejar de mencionar los textos y literatura que Simone de Bouvier, quien es la mayor referente filosófica y filológica del feminismo, como ejemplo, El Segundo Sexo, un ensayo en el que la filósofa francesa hace un análisis sobre el papel de las mujeres en la sociedad y la construcción del rol y la figura de la mujer.
ALERTA DE SPOILER
La trama de la película inicia con una pequeña rara que narra su niñez y su desarrollo como joven adulta, en un mundo donde se debe enfrentar al rechazo por su rareza (tiene dos tonalidades en el cabello de nacimiento y opta por expresar su individualidad en la ropa). Eso no me provoca ruido, es natural, la emancipación de la joven diseñadora contra la obsoleta imagen de una mujer de abolengo que se perpetua como referente de la moda, robando las ideas a diseñadoras jóvenes que son explotadas y maltratadas. Situación que si se ubica en la realidad de la época y una Inglaterra donde las mujeres recibían una paga inferior que la de los hombres por tareas y trabajos similares, y tenían menos oportunidad de acceder a carrera profesional o gerencial.
En esa época, de acuerdo con cifras oficiales de Estados Unidos, sólo el 7 por ciento de los médicos eran mujeres y menos del 4 por ciento eran abogadas. Misma época en la que en nuestro vecino del norte nace NOW (National Organization for Woman).
Lo que no me gustó: El personaje de Emma Thompson (Baronesse) es una mujer «ideática», «abusiva» y «cruel» (en un empresario varón le llamarían persona de éxito) que estuvo casada con un Barón y «gracias» a esa unión matrimonial, logró forjar su imperio, sin embargo cuando ella se entera que está embarazada, es una mujer de clase alta normal, vestida como la época y sin señales claras de la formación como diseñadora de alta moda. No está conforme con su embarazo, pero debe continuar con él, porque en el relato nos dejan ver que era la ilusión del Barón tener un hijo (imagino que también esperaba un hijo varón que perpetuara su linaje) y al enterarse que el producto nació muerto, se deprime y muere de tristeza. La abnegación, la entrega total a la maternidad, la dibujan en el personaje del Barón (murió de tristeza, como la niña de Guatemala) y la Baronesa, no ella tramó el plan malvado y cruel para deshacerse del producto. Pero, honestamente no creen que pudo tener otro hilo conductor. No pudieron dibujar un personaje femenino poderoso que ante la necedad de hacerla madre de un niño varón que perpetue el título nobiliario de Barón, prefiere dejar a su suerte a una niña, que finalmente regresa y la confronta y la hace verse en su espejo de hace algunos años.
La crueldad que le impone al personaje de la Baronesa no tiene justificación social, posiblemente mental, pero perdieron la gran oportunidad de mandarle el mensaje a las niñas adecuado, que ser madre no es un roll cultural que deben cumplir, que ser adulta mayor no te da menor valía, que es válido cuestionarte.
Volviendo al texto de Friedan, desde esos años, la autora quería que las mujeres supieran que desarrollar carreras profesionales les permite encontrar su identidad como seres humanos.
La Baronesa encontró una carrera profesional y era buena en ella, eso queda claro cuando le quieren imponer razones comerciales de una tienda departamental y ella les expone la corrupción y malos manejos de quienes querían decirle a ella como manejar su empresa.
The Feminine Mystique, es un texto que ejerció gran influencia entre las mujeres estadounidenses, ya que les hizo sentir que no estaban solas, que eran varias las mujeres inconformes y dotó de un vocabulario adecuado para expresar su malestar.
Cruella DeVil, pudo ser un referente cultural, pudo tener un lenguaje adecuado, pero solo se preocupó por «empoderarla» y acabó desdibujando a la villana y criminalizando a una mujer que no quería ser madre.
- (La autora es socióloga, exreportera, exfuncionaria de Cultura del estado, madre, egresada de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Guerrero en la carrera de Sociología con especialidad en Comunicación y Educación)