Amor a Coyuca de Benítez, una definición


En Coyuca la definición por quien será el nuevo presidente municipal está a la vuelta de la esquina.
Se observan las ambiciones personales y de grupos, como de quienes se creen los dueños del Ayuntamiento de Coyuca.
También de quienes no quieren dejar el cargo y creen que es una herencia.
Por años, son los mismos, se van y quieren regresar. O dicen, lo dejan encargado. Otros no quieren soltar el hueso.
Pero no quieren soltar lo que para ellos es un botín, una manera de obtener ganancias, un negocio del que pueden disponer de el en todo momento y como les plazca.
En estas elecciones se verán las caras.
Dos proyectos con rostros diferentes, uno que ya lo conocen y muestra la cara de corrupción, de inseguridad, de represión, de falta de transparencia, de obras inconclusas, de malas obras, de obras de mala calidad, de obras adjudicadas a empresas foráneas.
Un proyecto de promesas que no se cumplen, donde se prometió resolver el problema del agua, la inseguridad, transparencia, un mejor nivel de vida para los coyuquenses, prometieron y prometieron y no cumplieron, pero quieren seguir en el cargo.
Un proyecto caduco, donde le quieren seguir mintiendo a la gente, quieren seguir engañando que ahora sí les cumplirán, que ya cambiaron, que ya no son los mismos, que ahora si todo será diferente y eso le dicen a la gente, sin rubor en sus rostros; no hay poquita de pena, no hay vergüenza en mentir.
Pero lo grave no es que ellos sigan mintiendo, que vuelvan a prometer lo mismo que no pudieron resolver cuando tuvieron la oportunidad, lo grave es que la gente se lo sigan creyendo, que sigan confiando en que el reptil no los morderá, que se volvieron buenos de la noche a la mañana.
Seguir pensando que te estás sumergiendo en aguas y no puedas ahogarte, que metas tus manos al fuego y que ya no te quemarás, eso es lo que pasa ahorita en estas elecciones; te buscan para prometerte lo mismo que hace tres años, que hace 6 años o 9 años.
Un proyecto donde no hay congruencia, solo la ambición para llegar al poder y servirse de él; es tiempo de darle una lección a estos políticos que buscan enriquecerse con el erario público.
Pero hablemos de un proyecto que muestra caras nuevas para gobernar, sin que los aliente la ambición de llegar a saquear las arcas municipales, gente que emerge del mismo pueblo, que ha visto pasar a gobernantes que no le han cumplido a la sociedad y que ahora están a punto de tener la oportunidad de hacer las cosas diferentes.
Coyuca lo requiere, Coyuca lo merece. Un cambio para que Coyuca sea de los coyuquenses.
(Editorial)