Opinión

La democratización, un cuarto de siglo

  • Publishedoctubre 2, 2014

Zapata 21

I

 

La entrevista realizada por Ossiel Pacheco al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas es de una actualidad indiscutible. La insurrección cívica que encabezó Cárdenas a nivel nacional en 1988 tuvo en la Costa Grande de Guerrero una continuidad y un dramatismo que no tuvieron en otras regiones variantes de este mismo fenómeno. Era natural, en la Costa Grande la movilización poselectoral encontró a un contingente de mexicanos que habían sido reiteradamente agraviados por los gobiernos priístas; aquí también esos agravios habían tenido respuestas muy violentas de parte de los oprimidos, hasta desembocar en lo que todo mundo conoce como ‘la guerra sucia’; es decir, la represión más brutal contra un pueblo que no se dejaba, con su cauda inmensa de desaparecidos políticos, muertos en combate, torturados, perseguidos y desterrados.

Un cuarto de siglo es un lapso pertinente para buscar las resultantes históricas de aquel profundo movimiento social. Apuntemos a vuelapluma algunos de sus desenlaces más conocidos y voceados: es evidente que aquel movimiento abrió cauces inéditos de participación política y social con ingredientes definitivamente democráticos. El movimiento tuvo efectos no sólo en el campo de los excluidos de siempre; junto a nuevos actores sociales, se renovaron las dirigencias políticas y los contingentes de los partidos y organizaciones sociales que ya existían previamente. Hoy es una realidad la existencia de cabildos democráticamente electos, que reflejan más o menos fielmente la pluralidad existente en la sociedad. También es cada vez más difícil burlar la voluntad ciudadana, aunque la utilización irresponsable de grandes sumas de dinero por parte de políticos sin escrúpulos (de todos los partidos) hace que subsistan distorsiones notables de la real expresión ciudadana. Los partidos (los nuevos y aquel que fue único durante mucho tiempo) han tenido que abrir su militancia y sus métodos para acercarlos a variantes modernas de participación.

II

En Coyuca de Benítez la consecuencia más evidente del proceso de democratización consistió en la llegada por primera vez en los tiempos modernos de autoridades provenientes de los nuevos partidos políticos; los gobiernos municipales de Rafael Ariza Bibiano y Merced Baldovino Diego reflejan sin duda una intencionalidad ciudadana que apunta a la democracia y a la diversidad. Pero no sólo se refleja esa intencionalidad democrática en las nuevas formaciones políticas; también en el PRI ocurrieron fenómenos incluyentes que trajeron una diversidad distinta. La elección de Ramiro Ávila Morales como presidente municipal también tiene el signo de la modernidad; para empezar rompió el tabú priísta de que quien perdía estaba ‘quemado’ y no debería volver a competir; Ávila Morales perdió dos veces y hasta la tercera vez que lo intentó pudo hacerse con la victoria electoral. Eso no fue todo, su elección llevó a la presidencia de Coyuca al primer político no católico. Nunca será demasiado insistir que la diversidad religiosa es un signo de pluralidad quizá mayor al que tiene el pluralismo político.

III

Sin embargo, el presidente municipal tiene una lectura muy distinta del momento político y no asimila como debiera ser las motivaciones de su triunfo electoral. Para empezar no convoca al Cabildo. Pretende hacer a un lado el requisito de la discusión colegiada de los problemas municipales. Desde los tiempos del presidente Julio César Diego, la discusión en cabildo se ha hecho una práctica cotidiana; tanto Rafael Ariza del PRD, Alberto de los Santos del PRI y Merced Baldovino de Convergencia, acompañaron sus periodos con una cada vez más intensa discusión colegiada. No hablaré aquí del nivel de esa discusión, que muchas veces adolece de serias deficiencias, pero tengámosles paciencia a nuestros políticos, apenas están aprendiendo a vivir en la pluralidad. En todo caso, es preferible una discusión de bajo perfil al silencio que impone la unanimidad de la dictadura.

El presidente Ávila manipula los símbolos oficiales y le agrega otros traídos de su adscripción religiosa. Malo que confunda la militancia política con la religiosidad. Esperemos que esa actitud sectaria del primer edil no genere una reacción en sentido contrario, porque entonces sí estaríamos en una polarización política y religiosa de resultados inciertos; para decirlo con palabras de Dante: ‘estaríamos en las puertas del infierno’.

Lo peor es la opacidad de su gobierno, el nepotismo en la administración y el favoritismo generalizado en obras y proyectos. Ramiro llegó a hacer los negocios que nunca había hecho, a favorecer a sus familiares, desdeñando incluso a ciudadanos que lo apoyaron en todas sus campañas políticas pero que no comparten su variante religiosa; para ellos ni un viaje de grava (aunque tengan tractocamiones), para la chatarra de su hermano Rufo todo el trabajo de saneamiento municipal.

El municipio trabaja con un presupuesto que no ha sido aprobado por el cabildo, al que no ha citado el presidente. La única reunión que se ha realizado se hizo por excitativa del Congreso del Estado, que conminó al secretario general del ayuntamiento a citarla para dar cumplimiento a medias a la ley, que dice que debe haber cuando menos dos sesiones de cabildo al mes y otra sesión de cabildo abierto cada dos meses. En ese marco de ausencia de métodos republicanos fue que el presidente desglosó en una reunión del COPLADEMUN un presupuesto de 177 millones, cuyas partidas sólo él sabe cómo se establecieron.

IV

Si en el corto plazo el presidente municipal no corrige su comportamiento autoritario y omiso del cumplimiento de la ley, Coyuca de Benítez entrará pronto en un proceso de involución política que hará inútil ese esfuerzo personal y colectivo de sus habitantes para sacar adelante a sus familias y con ello a su región. En el breve periodo de Ramiro Ávila ya logramos dos méritos lamentables: somos el octavo lugar nacional como municipio más peligroso del país; al mismo tiempo, en una escala del uno al cien, el ayuntamiento municipal tiene una calificación de 0.9; es decir, ¡Menos del uno por ciento en transparencia!.

El cuarto de siglo que lleva la transición mexicana hacia una verdadera democracia debe hacernos reflexionar sobre lo alcanzado y defender las conquistas de la gente frente a políticos que vienen del pasado y que al parecer no aprendieron las lecciones de la historia. Independientemente del color de los partidos, desde hace cuatro trienios (Diego Galeana, Rafael Ariza, Alberto de los Santos y Merced Baldovinos) los coyuquenses tenemos una vida republicana que se manifiesta en la libertad de discusión en los cabildos y en las sesiones abiertas, donde cualquier ciudadano puede hacer oír su voz. Hoy en Coyuca está amagado el laicismo; los machetes no son símbolo de violencia, son instrumentos de trabajo de la gente pobre; sólo quien nunca ha empuñado uno para hacer la limpieza del patio o de la huerta puede salir con la tontería de que son un instrumento de violencia. Instrumento de violencia e incitación a la rebeldía es el carácter omiso de una autoridad que pretende lastimar la vida institucional del municipio y hacer desde el poder los negocios que nunca pudo hacer desde la ciudadanía.

CORREO CHUAN

El correo chuan trae noticias frescas; dice que la recién inaugurada feria de la palmera tendrá buenos y sanos espectáculos; esa es una tradición que hay que mantener y enriquecer; hay que visitarla y bailar con Río Roma y la Santanera (también con Calibre 50, pero esos pasos a mi edad ya no salen bien). También dice el chuan que en el ayuntamiento hacen una mala lectura de la victoria electoral, lo que trae como consecuencia un gobierno que puede poner en riesgo lo avanzado en materia de transición democrática, transparencia y modernidad. Ramiro Ávila gobierna con los viejos métodos priístas de excluir a los que difieren, ignorando a los cuerpos colegiados y favoreciendo en la administración pública a sus amigos. De continuar en ese talante pronto topará con pared y va a topar muy feo. Zapata 21 es una dirección de bellos recuerdos.

E-mail: correochuan@hotmail.com

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