Colectivo de desaparecidos logra su Muro de la Memoria en Acapulco

El colectivo Memoria, Verdad y Justicia logró que el Gobierno Municipal de Acapulco, encabezado por Abelina López Rodríguez, les cediera un espacio junto a los baños que están en el pasillo derecho de la Catedral metropolitana dedicada a Nuestra Señora de la Soledad y a un lado del Instituto de la Mujer para su Muro de la Memoria.
A diez meses que el colectivo comenzó con la exposición fotográfica itinerante de personas desaparecidas en el estado de Guerrero, este sábado 4, el primero del mes, volvieron al que han denominado Árbol de la Esperanza, uno enorme antiquísimo en el zócalo de Acapulco, que se han apropiado para colgar decenas de fotos de personas desaparecidas y desarrollar su jornada de visibilización.
Desde un sábado más, un mes más, respecto al tránsito en este tiempo ya con el arranque del 2023, Socorro Gil Guzmán, madre de Jhonatan Guadalupe Romero Gil, joven detenido por policías municipales de Acapulco y desaparecido por los mismos el 5 de diciembre de 2018, recordó que ya son diez meses de trabajo de visibilización, exponiendo las fotografías de sus familiares.
Respecto a que el Gobierno Municipal de Acapulco les concedió el lugar para su muro aunque reconoció que no están “conformes”, pues lo que querían era que estuviera en un lugar más visible para las personas que transitan por el espacio donde confluyen propios y visitantes.
Aceptó que no pudieron incidir por más que insistieron, que el espacio fuera en la entrada del zócalo, “pero pues ya nos lo dieron, también se queda el Árbol de la Memoria, no pensamos moverlo, aquí vamos a seguir poniendo la exposición cada mes”, expresó, en la idea de que si alguien supiera algo de sus familiares se los haga saber.
Para el muro, el colectivo se había apropiado de un espacio en el corazón del zócalo, el cual fue inaugurado el primer sábado de julio del año pasado en el contexto de la quinta exposición hasta ese momento. Habían acudido una representante del Ayuntamiento, de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU en México, de la rectoría de la Universidad Autónoma de Guerrero, de la Comisión de Derechos Humanos del estado, de la Comisión de Atención a Víctimas del estado y de la Comisión de búsqueda estatal.
El muro fue derruido en el contexto de la remodelación del zócalo, como el colectivo le expuso el caso a López Rodríguez, se llevaron a cabo diversas reuniones para negociar la reubicación del espacio y fue que en enero pasado se volvieron a encontrar y definieron el lugar, pero todavía desconocen la fecha en que se les entregará oficialmente, sin embargo esperan sea en este febrero para poder colocar de nuevo las fotografías de sus familiares.

En declaraciones, Socorro Gil afirmó que en Acapulco todo mundo sabe que “estamos viviendo como en un campo de exterminio, donde quiera hay fosas clandestinas… cuestiones que nos den las ubicaciones para nosotras ir por nuestros familiares que están desaparecidos, queremos un lugar digno donde llorarles, donde irles a visitar, donde llevarles una flor a nuestros hijos”.
Durante el desarrollo de la actividad, Socorro Gil fue abordada por una mujer adulta mayor con dos niños que pasó por el lugar; le expuso que tenía dos hijos desaparecidos, a uno lo encontró muerto, pero al otro sigue sin hallarlo. Le dijo que son cinco años que no sabe de él y que le dejaron dos nietos porque las mamás, cómo eran jóvenes, hicieron su vida y le dejaron la responsabilidad de criarlos, uno de 10 y otro de 8.
Socorro Gil consideró que era una situación lamentable porque la señora le reveló que no contaba con apoyo de ninguna instancia, vive en tratamiento permanente con ansiolíticos porque no logra reponerse y que se acercó para pedirles apoyo, por lo que le ofrecieron acompañamiento para la búsqueda.
Del hecho de conocer esas historias con lo que la herida se les mantiene viva, Socorro soltó, “es un dolor que se suma a esta lucha, a esta búsqueda porque sabemos que también es una madre que está sufriendo y que está viviendo la incertidumbre de saber dónde está su hijo, qué hicieron con él”
Justificó el que su Muro y Árbol de la Memoria estuvieran en el zócalo del puerto, para pedir apoyo a la ciudadanía, de la manera en que lo puedan hacer, con víveres, o con decirles dónde están sus familiares o en su caso ellas apoyar para la búsqueda de alguien, “no tengan miedo de levantar la voz, somos la voz de nuestros hijos que un día salieron de casa y no regresaron”.
Llamó a las madres que tienen miedo de salir a la calle a buscar, a que no lo tengan porque “cuando nos quitaron a nuestros hijos, creo que nos quitaron todo y se llevaron también el miedo”.
“Por mi parte no tengo miedo a nada ni a nadie, bueno sí, tengo miedo a no encontrar a mi hijo, creo que ese es el único miedo que vive conmigo todos los días, el pensar que me vaya a ir de este mundo sin encontrarlo, y creo que ese es el dolor más grande con el que puedo vivir, es un miedo terrible, un terror y no saber dónde quedó mi hijo”
“Yo les pido a las personas que saben dónde está, me lo digan, solo quiero encontrarlo, no quiero culpables”.
En el árbol las imágenes permanecen todo el tiempo, incluso imprimieron más para colocar más, pues Socorro Gill dijo que son más de 100 mil personas las desaparecidas en México.
Invitó a la población a que se den su vuelta a ver las imágenes y conocer a sus desaparecidos, o si saben algo se los pueden hacer saber de manera anónima en las redes sociales del colectivo
De si en el caso del árbol está convenido con el Gobierno Municipal o si consideran se las vayan a retirar, dijo que no, lo tomaron porque les gustó y porque es el derecho de ellas a tener memoria y buscarles, pero también en la idea de que es una represalia contra el Gobierno para que haga algo y no sigan las desapariciones de personas, tomen el control y seguridad de las calles para que jóvenes no sigan desapareciendo.
En esta jornada también colocaron una lona donde se lee “el árbol de la esperanza fue tomado por las familias que tenemos un ser desaparecido forzadamente y hemos sido víctimas de la impunidad y corrupción del Estado mexicano y la responsabilidad del Estado mexicano es cuidarnos y no lo hace…”
México en crisis de identificación forense
En un boletín de prensa que le dieron lectura, los integrantes del colectivo recordaron que en México, “vivimos una crisis de identificación forense” y que por ello se creó el Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense y que dicho acuerdo establece que se “practicará los peritajes pertinentes sobre los cuerpos o restos óseos que no han sido identificados y sean de su competencia”, pero que ante “la grave crisis que vivimos en los Semefos (Servicios Médicos Forenses) y la falta de identificación, lo que provoca que muchos cuerpos, más de cincuenta mil, sean llevados a las fosas comunes o sigan sin encontrarles, lo que significa una segunda o tercera desaparición forzada, por violencia institucional”.
Recordaron que en enero pasado, Alberto Arce Flores (09/01/1984) y Antonio Ortiz Chamú (12/01/1987) cumplieron un año más de vida, a quienes les enviaron un abrazo hasta donde estén y que les seguiran buscando hasta encontrarles.
Así mismo, que este domingo 5 de febrero de 2023, cumple 18 meses de desaparición forzada, en Acapulco, el luchador social Vicente Iván Suástegui Muñoz.
Pidieron la presentación con vida del líder comunal y maestro Antonio Díaz Valencia y del abogado Ricardo Lagunas Gasca a casi dos meses de su desaparición forzada y de los más de cien mil desaparecidos forzadamente, así como la salida de la minera Terniun México.
Informaron que en este mes se harán búsquedas en campo de todas y todos los desaparecidos forzadamente en Acapulco. O que el pasado mes de enero, se cumplieron cinco años de la entrada en vigor de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, pero que dichas desapariciones forzadas se dan desde la década de los 60 de manera sistemática contra opositores políticos y luego, a partir del gobierno del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, se aplicó como “forma de control del territorio y control de la población”
“Hasta el día de hoy tenemos, según cifras oficiales, más de 110 mil las personas desaparecidas, la cifras negras podrían ir hasta por tres veces más…esta ley no es una concesión de las autoridades, es producto de las luchas de los familiares, sus organizaciones y acompañantes por más de 40 años de luchas ininterrumpidas”, indicaron.